miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿CUÁL ES EL ORIGEN DEL MALESTAR?


Origen del malestar en:

-el ser humano

-la sociedad actual

Según Freud, el origen del malestar en el ser humano parte de tres fuentes. La naturaleza hostil, la propia constitución del cuerpo mortal y sus enfermedades y la insatisfacción de la relación con los otros y con las instituciones culturales.

Ésta última es sobre la que podemos trabajar.  En realidad, la cultura refleja la esencia del ser humano, su insatisfacción.

La fuente del malestar se encuentra en un intento de dominación de los instintos y con la imposibilidad de acceder a lo real. Es por ello que insistirá ese real y viviremos en un malestar que no puede ser erradicado. Además, desde que nacemos tenemos un proceso de renuncia pulsional y de canalización de la agresividad, teniendo que renunciar a nuestro narcisismo y aprendiendo a relacionarnos con los otros. El ser humano es producto del desencuentro naturaleza-cultura mediante el lenguaje.

Actualmente, el malestar es producto de una determinada evolución donde prevalece el decaimiento de la función paterna con todo lo que ello implica de dificultad para que los individuos puedan sujetarse en una ley que favorezca un posicionamiento constructivo hacia la autoridad. El precepto hoy en día está en el goce inmediato, en la ley del consumo. Lo esencial es gozar. Es por ello que surge una desintegración del sujeto y una acentuación de enfermedades o malestares narcisistas que surgen en cualquier estructura.

Así, no se considera al sujeto como responsable de sus actos. La objetividad se presenta como una meta imaginaria y la subjetividad es algo prescindible.  Se pierde la subjetividad, el deseo que sostiene el sujeto. En este terreno es donde surge la depresión, los problemas alimenticios, la ansiedad, etc.

El origen del malestar en la sociedad actual está en la presión del Otro social hacia la demanda de goce. Actualmente, la figura paterna ha funcionado para favorecer el pasaje del sujeto de la naturaleza a la cultura, de ahí surge la castración que se refiere a la satisfacción que debe ser sustraída del sujeto a in de desprenderlo de su tendencia natural narcisista. La modernidad se caracteriza por la declinación de la imago paterna como una crisis psicológica cuyas consecuencias son los nuevos malestares tanto en el campo de la psicosis como en el de la neurosis. La disolución perversa del concepto de autoridad muestra sus repercusiones en el debilitamiento de la transmisión de las insignias del ideal del yo, y acaba por generar efectos de retorno de agresividad.

Gustavo Dessals habla de que el síntoma actual tiene que ver con el autismo y la promoción exacerbada del individualismo que se apoya en el deseo de gozar. El síntoma se basa en una concentración del goce.

El derecho al goce impulsa a franquear toda la barrera que se interponga al goce. Es el tormento de la felicidad que se ha vuelto obligatoria, en lugar de deseable.

¿QUÉ DEFINIMOS POR SALUD?


      Elaboración del concepto de Salud de la OMS

La definición del concepto de Salud por la OMS es la siguiente: “Estado completo de bienestar mental, físico y social y no meramente la ausencia de enfermedad o dolencia”

Esta definición intenta superar la referencia a lo normal o lo anormal, que es un concepto estadístico, en el cual lo normal es lo más frecuente. Pero al utilizar las palabras “completo” o “bienestar” cae en una propuesta de concepto de salud en términos ideales. Esto tiene que ver con el fin del goce en todo, el goce puesto en los artículos de consumo,…

Esta propuesta es fruto de la sociedad capitalista y consumista en la que vivimos. Propuesta de la que surge la ideología que mantiene la dirección de los avances tecnológicos, la cual alude a la posibilidad de la inmortalidad, de vencer a la vejez y a todas las enfermedades. En realidad, la definición de la OMS deja fuera de juego lo que es rechazado en la sociedad actual: que el ser humano es incompleto, que existe malestar, que los síntomas y las enfermedades son una expresión de ese malestar que va cambiando sus formas según las épocas.

En esta definición se confunde goce y felicidad, las cuales se articulan en una coartada de la pulsión de muerte, de la destrucción. Del ideal que no existe.

Es mejor partir del malestar en la cultura, y no de ideales inalcanzables. Una definición alternativa de Salud sería yendo a su etimología. Encontramos  dos palabras muy iguales en latín “Salus y salvatio”, que significan “estar en condiciones de poder superar un obstáculo. De estas palabras latinas se derivan las castellanas salud y salvación. El término castellano salvarse, incluye el original “superar una dificultad”. Así, podemos definir Salud como “el hábito o estado corporal que nos permite seguir viviendo, que nos permite superar los obstáculos”.

DOLOR AGUDO, CRÓNICO. RELACIÓN CON LA DEPRESIÓN Y NEUROSIS


Evolución del concepto de dolor hasta nuestros tiempos.

Históricamente el dolor ha sido considerado desde el punto de vista psicológico y fisiológico. Ello ya hacía ver, las diferentes dimensiones del dolor. Por ejemplo, desde la filosofía, Aristóteles, entendía la experiencia del dolor como una emoción. Descartes lo consideraba el resultado de estímulos nocivos, etc. Por otra parte, los sacerdotes sugerían que la experiencia de dolor era impuesta por Dios como una prueba de fe o una forma de castigo por el pecado original u otros.

En el siglo XIX, se fija el modelo fisiológico o unidimensional. Ya Avicena, Galeno y Descartes concebían el dolor como una sensación específica, con su propio aparato sensitivo independiente del tacto y de los sentidos. Esto mismo sería desarrollado en 1858 con la teoría de la especificidad de Shciffen, y en 1885, con la teoría de la intensidad de la mano de Goldscheider.  Se concibe el dolor como una función únicamente de tipo sensitivo, en la que la cantidad de dolor experimentado debía ser directamente proporcional a la cantidad de tejidos alterados. Por tanto, el dolor sería unidimensional, siendo influido sólo a nivel fisiológico.

Posteriormente, se rompe con el modelo fisiológico al reconocer la interacción compleja de otros factores en el dolor crónico, como los factores fisiológicos, los psicológicos y los sociales, tanto en la percepción como en la elaboración del dolor. Las investigaciones de los años 70 muestran que el dolor es un complejo fenómeno multidimensional, modulado por la interacción de las dimensiones sensorial-discriminativa, motivacional-afectiva y el control central de sus procesos. Esto se ve rebatido en las teorías de la puerta y Neuromatriz de Melzack y Wall. En ambas, se enfatiza el papel del cerebro en la percepción del dolor. Así Melzack y Casey (1968) propusieron tres dimensiones fundamentales del dolor, que son las siguientes:

ü  Dimensión sensorial: se refiere a la transmisión de la estimulación nociva y explica la intensidad del dolor así como su localización.

ü  Dimensión afectiva: hace referencia a la caracterización que la persona hace del dolor cuando le pone adjetivos. Son cualidades que se pueden asociar con estados de ansiedad.

ü  Dimensión cognitiva: esta dimensión se refiere a la evaluación que el/la paciente realiza de su propia reflexión sobre el dolor. Aquí juega un papel importante la atención que prestamos sobre nuestro dolor.

Así, hoy día el dolor se considera como vivencia subjetiva, en la que la personalidad del sujeto tiene gran importancia, y en la que no existe una correlación directa y cuantitativa entre la intensidad de la experiencia dolorosa y la magnitud de la lesión histológica.

Dolor agudo del dolor crónico.

El dolor agudo aparece rápidamente y su duración es inferior a los 6 meses. Suele ir asociado a un problema orgánico o estructural. Cuando desaparece la causa, disminuye el dolor. Vamos a citar varios ejemplos:

·         Con una gripe puede doler la cabeza. En este caso hay un virus que está produciendo la enfermedad, y uno de los síntomas es el dolor de cabeza por la fiebre. Pero cuando desaparece el virus, desaparece el dolor.

·         Dolor por un golpe en la mano. La mano se inflamaría, y los síntomas de la inflamación son dolor, rubor y calor. Cuando la inflamación descendiera, el dolor desaparecería.

·         Lumbago, producido al agacharse al coger un peso. Se produce una lesión mecánica por un mal movimiento y se contractura el músculo. Cuando disminuye la contractura, desciende el dolor.

·         Dolor de estómago por gastritis por la toma de medicamentos antiinflamatorios. Cuando se deja el antiinflamatorio, desaparece el dolor de estómago.

El dolor crónico se alarga en el tiempo de forma prolongada y se asocia frecuentemente a un alto grado de ansiedad y posterior depresión. Podemos poner varios ejemplos:

·         Dolor crónico de espalda en una persona de 14 años. Le han hecho placas y RMN y no le han visto ninguna lesión. El médico achaca el dolor a malas posturas. El niño refiere mayor dolor en épocas de exámenes. En este caso, la ansiedad está jugando un papel modulador en el problema.

·         Mujer de 30 años, con dolores generalizados desde los 15, que presenta a mayores un lumbago desde hace 7 meses, que no disminuye con medicamentos. Las placas y las radiografías han detectado una pequeña protrusión no compresiva, que no es suficiente para explicar la intensidad de dolor del cuadro.

·         Hombre de 40 años con dolor de estómago con cólicos abdominales periódicos, desde los 18 años. Se le acentúan cuando hay conflictos familiares. Dificultad para expresar sus sentimientos. Este factor es modulador del problema que padece.  

 

Reflexión personal sobre el dolor crónico y la depresión.

Hoy en día aún no se sabe si el dolor crónico y la depresión son causa y efecto, moduladores uno del otro, o van correlacionados. Lo que sí está claro es que después de un periodo largo de dolor aparece cansancio físico y emocional, y esto podría ser una de las causas de depresión. Además, el paciente con dolor crónico tiene niveles disminuidos de serotonina, lo que ocurre también con pacientes con depresión.

Yo trabajo como fisioterapeuta y mi experiencia personal es que, los pacientes depresivos refieren más “sensación de vacío” en la zona del parietal, vértigos y mareos. Son los pacientes con ansiedad los que sufren más de dolor crónico, especialmente producido por contracturas musculares de mucho tiempo de evolución, y por tensión en la zona abdominal, pecho y cráneo (zona occipito-temporal y esfenoides).

El dolor en los pacientes de mucho tiempo de evolución se suele presentar en un hemicuerpo, reflejando probablemente una falta de equilibrio corporal. Suelen ser sujetos con problemas de ansiedad o conflictos no solucionados. La terapia manual les ayuda a eliminar tensiones, y se producen cambios en la forma de comunicarse.

Los casos de depresión son diferentes. No muestran tensión muscular, pero sí mucha tensión a nivel abdominal, del pecho, con sensación de vacío a nivel del parietal. La terapia manual no produce mejoría, incluso a veces produce un empeoramiento de los síntomas. Sólo suelen mejorar las depresiones posteriores a una época de ansiedad aguda.

En mi experiencia clínica he visto más asociado el dolor crónico con estados y rasgos de ansiedad, y la depresión más asociada a vértigos, mareos, sensación de vacío a nivel craneal y a nivel del plexo solar. Por tanto, el dolor crónico estaría asociado con la ansiedad, y la depresión sólo en los casos en que ésta estuviera asociada también a problemas ansiosos. Esto podría apoyarse también en el postulado de que los síntomas depresivos suelen aparecer después del dolor; y que no todos los pacientes con dolor responden al tratamiento con fármacos antidepresivos. Esto último lo he visto yo en pacientes con dolor crónico que reciben tratamiento antidepresivo, en los cuales hay una mejoría a corto plazo, pero a largo plazo los síntomas vuelven en la misma cuantía.

¿CÓMO SOMATIZAMOS?


.   Breve descripción apoyándote en un ejemplo de la dinámica del proceso de enfermar.

Mujer de 30 años, que hace 4 años perdió a su padre por enfermedad. Durante un año y medio llora todos los días sola por la noche, pero evita hablar con nadie de como se siente. Quiere evitarle sufrimiento a su madre y a su hijo de 3 años.

Al año y medio de la muerte del padre deja de llorar y vuelve a su rutina de manera aparentemente normal. Pero al poco tiempo empiezan vértigos, que le incapacitan para trabajar. Se ha producido un desplazamiento de la tristeza de la pérdida hacia la zona del occipucio-temporal. Se queja de que ya no puede llorar, y sigue evitando hablar de su padre a su madre. Cuando su madre va de visita a su casa, ella da la vuelta a un marco de fotos donde aparece su padre con su hijo.

La paciente acude a un fisioterapeuta que le elimina la tensión cráneo-cervical, le disminuyen los vértigos, pero estos vuelven al pasar unos meses. Hace 2 semanas, se ha quedado sin voz. Los médicos le han valorado, pero no le han encontrado ninguna causa orgánica. Este proceso es una simbolización, similar a una conversión, donde el evitar hablar de su padre y expresar sus sentimientos le ha dejado sin voz. Además, el síntoma de los vértigos se ha desplazado a la pérdida de voz. Este proceso es la emigración donde el primer trastorno somático de los vértigos, ha pasado a ser una pérdida de voz.

Hace 2 días ha vuelto a llorar. Se encuentra triste, apática, añora mucho a su padre. Pero sigue sin poder hablar a su madre de su padre. Su médico de cabecera le ha recetado antidepresivos, le ha diagnosticado de depresión mayor. Han desaparecido los síntomas somáticos y ha aparecido la enfermedad psicológica que estaba en el fondo del problema. Se ha producido el fenómeno de sustitución de la patología somática por la patología psicológica.

 

      Principales características de un paciente somatizador/a.

Las características que presentan los pacientes somatizadores pueden resumirse de la siguiente manera:

·         El paciente presenta una lesión orgánica o disfunción, perfectamente detectable por las técnicas exploratorias y diagnósticas que posee la medicina actual.

·         La tendencia en estos pacientes es presentar dificultad en la externalización de los conflictos afectivos por medio del lenguaje verbal, y a otros niveles, la vivencia del sentimiento de enfermedad o consciencia de la enfermedad psíquica.

·         Poseen relaciones afectivas pobres. Con frecuencia son personas que se encuentran hiperadaptadas en su medio, presentando una aparente normalidad psíquica.

·         Con frecuencia encontramos en estos pacientes un carácter desvinculante de la realidad, lo que supone huidas de determinadas zonas de la realidad, negaciones, manipulaciones y distorsión de sus materiales biográficos y aceptación de racionalizaciones que la realidad les contradice brutalmente (mecanismos de defensa propios de los cuadros de tipo neurótico).

·         Su pensamiento se caracteriza por ser operativo, pragmático y carente de subjetividad. Tienen dificultad para soñar e imaginar.

·         Tanto en los tratamientos médicos como en las psicoterapias, estos pacientes suelen ser muy resistentes.

·         Son personas que puntúan alto en Alexitimia; dificultad para identificar y describir emociones, sentimientos y afectos.

En definitiva, podemos definir a los pacientes somatizadores como un amplio grupo de enfermos, con disturbios orgánicos y crónicos, claramente evidenciables por la Medicina Interna, que portan de manera más o menos manifiesta una personalidad básica neurótica, cuyos disturbios orgánicos pueden ponerse en relación cronológica, biográfica o existencial con la evolución dinámica de la neurosis, siendo la respuesta a nuestra práctica de la psicoterapia con ellos de peor calidad que la ofrecida en el tratamiento de las neurosis convencionales.

FELICES FIESTAS


FELICES FIESTAS Y FELIZ AÑO NUEVO, DE PARTE DE LAS FISIOTERAPEUTAS Y LA PSICOLOGA DE LA CLÍNICA EL CASTILLO

" ¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!"(Charles Dickens)