jueves, 7 de febrero de 2013

PERSONALIDAD Y DIABETES


      Respuestas posibles ante el diagnóstico de Diabetes Mellitus.

La respuesta ante el diagnóstico de cualquier enfermedad depende de cada sujeto, de su psicodinámica particular y la forma de afrontar los problemas y conflictos. El diagnóstico de una enfermedad significa una pérdida o un duelo, a la cual el sujeto se tiene que adaptar.

Las reacciones emocionales que pueden surgir en los pacientes ante la diabetes se relacionan con:

·         La capacidad para enfrentarse a situaciones difíciles y la tolerancia a la frustración. Es importante la tolerancia al malestar para una buena adaptación.

·         El papel del enfermo. Su vida va a estar condicionada por la enfermedad. En el caso de la diabetes tipo I, son insulino-dependientes, por lo que tendrán que pincharse. En el caso de la diabetes tipo II, tendrán que llevar un régimen y hacer ejercicio de forma regular. Todo esto puede interferir en su vida personal y social.

·         El grupo de apoyo le ayudará a aceptar la enfermedad y la adhesión al tratamiento. Cuando el paciente está recién diagnosticado, es frecuente que todas las conversaciones se desarrollen en torno a la enfermedad, pero pasado un tiempo todo vuelve a la normalidad.

Las reacciones que pueden tener son las siguientes:

·         Negación. El sujeto no habla de la enfermedad, hace como si no existiera. El problema es la posible falta de adhesión al tratamiento, con el empeoramiento de la enfermedad.

·         Ira, rabia. Esta emoción puede producir un bloqueo en la adherencia al tratamiento. En un acto de rebeldía, que sólo le perjudica al propio paciente, hace todo lo contrario a lo estipulado para controlar la enfermedad.

·         Frustración. Son necesarias las emociones negativas de adaptación, para poder aceptar la enfermedad, la pérdida sufrida y adherirse al tratamiento. La frustración y la tristeza debe durar sólo un tiempo determinado, y luego pasar a la aceptación, y ver la enfermedad como un desafío más que como una amenaza. La diabetes tiene tratamiento, y bien manejada el sujeto tiene una calidad de vida muy buena y esperanza de vida similar a otras personas.

·         Alexitimia. Aceptan la enfermedad estoicamente y se adhieren al tratamiento de forma disciplinada. Pero no muestran ninguna emoción. Esto a largo plazo perjudicará al sujeto, pudiendo aparecer ansiedad, depresión o somatizaciones en órganos diana.

      La diabetes en niños/as y adolescentes y relación con el sistema familiar.

La diabetes afecta a toda la dinámica familiar, no solo al niño o al adolescente diagnosticado. La diabetes de tipo I, que es la que afecta a niños y/o adolescentes, es hereditaria. Por esto, los padres de pueden sentir culpables por sentirse causantes de ello.

Ante la diabetes, los padres pueden reaccionar de diversas formas:

·         sobreprotegiendo al niño, intentando evitarle más disgustos, ya que “bastante tiene el pobrecito con lo que tiene”. Pero esta dependencia y la falta de desarrollo de su propia autonomía, condicionará su vida y sus pilares de personalidad.

·         Negando la enfermedad del niño, y por tanto descuidando el tratamiento.

Ambas formas de actuar dejarán conflictos intrapsíquicos en el niño, que le acompañaran toda la vida.

Mientras el niño es pequeño, se dejara cuidar y sobreproteger. El problema suele surgir cuando llega a la adolescencia, y ve que su enfermedad no le deja hacer lo mismo que otros adolescentes de su edad: beber, fumar,.. Esto puede provocar una situación de rebeldía y negativismo de la enfermedad, produciendo dificultades a la hora de adherirse al tratamiento (deja de pincharse, se emborracha, engorda). La sobreprotección hace que el niño se sienta a gusto a corto plazo, pero según se va haciendo mayor, le perjudica, porque va apareciendo todo aquello que se había intentado evitar. El niño no ha trabajado bien la pérdida ocasionada por su enfermedad, y la responsabilidad de sus autocuidados.


      Características de personalidad vinculadas a la diabetes.

No hay ningún patrón de personalidad que se pueda denominar “patrón de personalidad diabética”. Pero sí hay ciertas características de personalidad están vinculadas a una mala adherencia al tratamiento, entre ellos:

ü  Inestabilidad emocional o alto neuroticismo

ü  Baja autoestima

ü  Descontrol de impulsos o impulsividad alta

ü  No tolerancia a la frustración, ni tolerancia al malestar

ü  Relaciones interpersonales caracterizadas por la dependencia, traspasando su responsabilidad de control de la enfermedad a los demás.

Estas características forman parte de trastornos de personalidad como el límite, histriónico, narcisista y dependiente.   Estas personas tienen muchos problemas para adherirse a un tratamiento, e intentan responsabilizar a los demás de su salud, y si realizan algo con lo que no están a gusto, se suelen autocastigar transgrediendo el propio tratamiento.

Por parte del terapeuta, debemos ayudarles a que se manejen de forma autónoma y sana, y a que se responsabilicen de las diferentes facetas de su vida, entre ellas el control metabólico de ladiabetes.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

 

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