Respuestas posibles ante el
diagnóstico de Diabetes Mellitus.
La respuesta ante el diagnóstico de
cualquier enfermedad depende de cada sujeto, de su psicodinámica particular y
la forma de afrontar los problemas y conflictos. El diagnóstico de una
enfermedad significa una pérdida o un duelo, a la cual el sujeto se tiene que
adaptar.
Las reacciones emocionales que pueden
surgir en los pacientes ante la diabetes se relacionan con:
·
La
capacidad para enfrentarse a situaciones difíciles y la tolerancia a la
frustración. Es importante la tolerancia al malestar para una buena adaptación.
·
El
papel del enfermo. Su vida va a estar condicionada por la enfermedad. En el
caso de la diabetes tipo I, son insulino-dependientes, por lo que tendrán que
pincharse. En el caso de la diabetes tipo II, tendrán que llevar un régimen y
hacer ejercicio de forma regular. Todo esto puede interferir en su vida
personal y social.
·
El
grupo de apoyo le ayudará a aceptar la enfermedad y la adhesión al tratamiento.
Cuando el paciente está recién diagnosticado, es frecuente que todas las
conversaciones se desarrollen en torno a la enfermedad, pero pasado un tiempo
todo vuelve a la normalidad.
Las reacciones que pueden tener son
las siguientes:
·
Negación.
El sujeto no habla de la enfermedad, hace como si no existiera. El problema es
la posible falta de adhesión al tratamiento, con el empeoramiento de la
enfermedad.
·
Ira,
rabia. Esta emoción puede producir un bloqueo en la adherencia al tratamiento.
En un acto de rebeldía, que sólo le perjudica al propio paciente, hace todo lo
contrario a lo estipulado para controlar la enfermedad.
·
Frustración.
Son necesarias las emociones negativas de adaptación, para poder aceptar la
enfermedad, la pérdida sufrida y adherirse al tratamiento. La frustración y la
tristeza debe durar sólo un tiempo determinado, y luego pasar a la aceptación,
y ver la enfermedad como un desafío más que como una amenaza. La diabetes tiene
tratamiento, y bien manejada el sujeto tiene una calidad de vida muy buena y
esperanza de vida similar a otras personas.
·
Alexitimia.
Aceptan la enfermedad estoicamente y se adhieren al tratamiento de forma
disciplinada. Pero no muestran ninguna emoción. Esto a largo plazo perjudicará
al sujeto, pudiendo aparecer ansiedad, depresión o somatizaciones en órganos
diana.
La diabetes en niños/as y adolescentes y relación con el sistema
familiar.
La diabetes afecta a toda la dinámica
familiar, no solo al niño o al adolescente diagnosticado. La diabetes de tipo
I, que es la que afecta a niños y/o adolescentes, es hereditaria. Por esto, los
padres de pueden sentir culpables por sentirse causantes de ello.
Ante la diabetes, los padres pueden
reaccionar de diversas formas:
·
sobreprotegiendo
al niño, intentando evitarle más disgustos, ya que “bastante tiene el pobrecito
con lo que tiene”. Pero esta dependencia y la falta de desarrollo de su propia
autonomía, condicionará su vida y sus pilares de personalidad.
·
Negando
la enfermedad del niño, y por tanto descuidando el tratamiento.
Ambas formas de actuar dejarán
conflictos intrapsíquicos en el niño, que le acompañaran toda la vida.
Mientras el niño es pequeño, se
dejara cuidar y sobreproteger. El problema suele surgir cuando llega a la
adolescencia, y ve que su enfermedad no le deja hacer lo mismo que otros
adolescentes de su edad: beber, fumar,.. Esto puede provocar una situación de
rebeldía y negativismo de la enfermedad, produciendo dificultades a la hora de
adherirse al tratamiento (deja de pincharse, se emborracha, engorda). La
sobreprotección hace que el niño se sienta a gusto a corto plazo, pero según se
va haciendo mayor, le perjudica, porque va apareciendo todo aquello que se
había intentado evitar. El niño no ha trabajado bien la pérdida ocasionada por
su enfermedad, y la responsabilidad de sus autocuidados.
Características de personalidad
vinculadas a la diabetes.
No hay ningún patrón de personalidad
que se pueda denominar “patrón de personalidad diabética”. Pero sí hay ciertas
características de personalidad están vinculadas a una mala adherencia al
tratamiento, entre ellos:
ü Inestabilidad emocional o alto
neuroticismo
ü Baja autoestima
ü Descontrol de impulsos o impulsividad
alta
ü No tolerancia a la frustración, ni
tolerancia al malestar
ü Relaciones interpersonales
caracterizadas por la dependencia, traspasando su responsabilidad de control de
la enfermedad a los demás.
Estas características forman parte de
trastornos de personalidad como el límite, histriónico, narcisista y
dependiente. Estas personas tienen
muchos problemas para adherirse a un tratamiento, e intentan responsabilizar a
los demás de su salud, y si realizan algo con lo que no están a gusto, se
suelen autocastigar transgrediendo el propio tratamiento.
Por parte del terapeuta, debemos
ayudarles a que se manejen de forma autónoma y sana, y a que se responsabilicen
de las diferentes facetas de su vida, entre ellas el control metabólico de ladiabetes.
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