miércoles, 20 de febrero de 2013

ASMA BRONQUIAL Y FAMILIA


       ¿En qué consiste el asma bronquial?

La definición de asma más satisfactoria es la propuesta por el documento Global Strategy for Asthma Management and Prevention (GINA), (Scheffer, 1995), según la cual:

“El asma es un trastorno crónico inflamatorio de las vías aéreas en el que están implicados muchos elementos celulares, particularmente mastocitos, eosinófilos y linfocitos T. En los individuos susceptibles, esta inflamación ocasiona episodios de sibilancias, disnea, tirantez torácica y tos, sobre todo por la noche y/o primeras horas de la mañana. Estos síntomas se asocian por lo general con obstrucción generalizada y variable del flujo aéreo que, con frecuencia, revierte espontáneamente o con el tratamiento. La inflamación también produce un aumento de la respuesta de las vías aéreas a estímulos diversos”.

El asma tiene un control genético importante y los estudios con gemelos atribuyen el 50% de la enfermedad a la heredabilidad. Pero los factores medioambientales también cumplen un papel importante: atopia (una modalidad de respuesta inmunológica anómala), carga alergénica, factores maternos y perinatales, infecciones respiratorias precoces, dieta, humo de tabaco y contaminación atmosférica.

La ansiedad actúa de factor modulador en el curso del asma. Así, las puntuaciones altas en ansiedad, constituyen un factor de riesgo de mala evolución en sujetos asmáticos. El asma se puede relacionar con personalidades tipo fóbicas que protegen su espacio mediante una reacción corporal de auténtico rechazo a lo externo.

La clasificación del asma se ha basado en el estado inmunológico del paciente (atópico o no atópico) y en la sospecha o demostración de que diversos alérgenos inhalantes provoquen o no los síntomas respiratorios. Se puede distinguir:

·         Asma extrínseca, cuando se puede identificar el estímulo patogénico. Puede ser atópica o no atópica.

·         Asma intrínseca, cuando no se conoce la patogenia. Suele ser el asma de aparición tardía y evolución crónica. Es en este tipo de asma donde debemos detectar posibles conflictos psíquicos del paciente.

·         Asma profesional, cuando ocurre por inhalación de sustancias químicas en el puesto de trabajo.

La que más nos interesa en el tratamiento psicológico sería:

·         Asma intrínseca, que se suele desarrollar por un conflicto psicológico.

·         Asma en general que no reacciona de forma adecuada al tratamiento médico. Probablemente la ansiedad y el afrontamiento a las situaciones no está siendo adecuado, y por ello no se regula la enfermedad.

 

      Asma bronquial y su relación con la familia.

La influencia del asma en la dinámica familiar se ha demostrado en diversos estudios. Los trastornos de la dinámica familiar actuarían agravando los síntomas del asma. Así, no debemos olvidar de tratar el sistema familiar en los casos de asma, ya que el niño asmático sería el síntoma más evidente, pero el asma estaría mantenido o agravado debido a conflictos entre otros miembros de la familia.

La familia suele ser aglutinada, con fronteras muy débiles,  rígida, con falta de autonomía y privacidad. Suelen evitar conflictos, y para ello no los expresan, apareciendo una conflictividad crónica reprimida. Hay problemas a la hora de resolver los conflictos.

Los padres suelen ser infantilizados, con poca iniciativa y/o autonomía a la hora de organizar vacaciones o salidas familiares. Intentan evitar conflictos, a veces con falta de límites por miedo a romper a la familia. Todo esto influye en la relación entre hermanos, apareciendo rivalidad y resentimiento  entre ellos y trastornos de conducta y adaptación.

Se rotula al niño asmático como enfermo e incapaz, aumentando su dependencia, falta de autonomía y disminución de la autoestima y autoeficacia.

Un estudio de Minuchin desde la perspectiva sistémica corrobora los anteriores datos. Este estudio se realizó en el Departamento de Psiquiatría con la colaboración del Centro para Alergias de pediatría y el Centro de Terapia Familiar y Relacional de Roma.

Minuchin consideró que las familias con niños asmáticos se caracterizaban por:

·         Aglutinamiento: escasa definición de las fronteras generacionales e interindividuales.

·         Hiperprotección recíproca.

·         Rigidez en las reglas comunicativas en la resistencia al cambio.

·         Falta de resolución del conflicto, tendencia a evitar las tensiones explicitaciones de desacuerdo, respecto a las cuales el síntoma actúa de mecanismos homeostáticos de protección y encubrimiento.

Los resultados encontrados fueron: altos niveles de aglutinamiento, hiperprotección (sobre todo por parte de la madre), falta de resolución de conflictos y rigidez significativamente superiores a los del grupo de familias sin hijos enfermos de asma.

El grado de aglutinamiento era muy alto, lo que impedía la individualización de los miembros de la familia, produciendo un alto grado de dependencia e infantilismo o inmadurez emocional.

Toda la familia se vuelca en el niño, y esto sirve para evitar y no enfrentarse a otros conflictos encubiertos en el sistema familiar.

 

       Surgimiento del asma bronquial desde la corriente psicodinámica.

Las teorías psicodinámicas han teorizado sobre la relación de la madre-niño asmático. Algunos autores han hablado del concepto de “madre asmatógena” que sería una madre sobreprotectora que quiere proteger al niño de cualquier situación amenazante, pero esto sería más una reacción agresiva ante el niño, se trataría de una formación reactiva.

Se define al niño asmático como dependiente, sumiso, características que favorecerán la aparición de la crisis asmática. También puede ser que las crisis asmáticas perjudiquen la autonomía del niño, y éste busque a su madre para que le proteja, apareciendo más inseguridad y dependencia en el pequeño.

Las relaciones madre-niño suelen ser ambivalentes. La madre manifiesta  actitudes de aceptación y rechazo y el niño se mueve desde la autonomía a la dependencia. Así, Miller y Barruch observan que la figura materna de los niños asmáticos era percibida como rechazante, lo que a su vez generaba sentimientos de hostilidad en los niños que sin embargo debían ser protegidos por ellas. Todo ello genera una gran confusión emocional, entre la madre protectora y amorosa a la madre rechazante, junto con la posibilidad de un abandono real. Ante esta situación, el niño puede desencadenar crisis asmática como forma de comunicarse con su entorno, ya que aún no es capaz de expresar su malestar de forma verbal.

 Las crisis asmáticas, al igual que la mayoría de los miedos infantiles, se suelen desarrollar con la separación del niño de la madre, y disminuyen cuando ésta u otra figura querida aparece. El ataque de asma se puede considerar el “llanto reprimido” del niño que necesita de su madre y la reclama de esa manera, porque no sabe hacerlo a nivel verbal. El niño suele ser inseguro, dependiente, y protesta ante la separación de su madre.

La mayor tasa de incidencia del asma es en la infancia y adolescencia, fases del desarrollo muy importantes relacionados con la dependencia y autonomía hacia nuestros progenitores. Los conflictos que no se resuelvan en estos momentos podrán reaparecer más tarde de diversas formas: mediante problemas psicológicos (ansiedad, depresión, miedos,…), o mediante somatizaciones expresando su conflicto a través del cuerpo.

1 comentario:

  1. El salmeterol se usa para tratar enfermedades en las vías respiratorias, la falta de aire y las dificultades para respirar ocasionadas por el asma, la bronquitis, etc. También se usa para prevenir el las dificultades para respirar durante el ejercicio.

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